“Para todas las cosas hay sazón, y todo lo que quisiéredes debajo del cielo tiene su tiempo determinado.
...
Tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz[1]”.
pero mientras una sola gota de sangre haya en ti habrá un nuevo tiempo para reverdecer...
Y entonces...
fluirán en tus labios las palabras como lluvia de amapolas y escribirás versos bellos en el reverso del tiempo;
tus sentimientos se inflamarán de gozo y de alegría como cierva concebida;
la poesía resurgirá por tus dedos como nuevo brote de luz y de primaveras;
los recuerdos de la hierba joven se harán presentes (y desde el ombligo a la garganta se manifestará, por su embargo, el alma).
y la marabunta rugirá mil veces desde ti un grito de vida y fantasía, una voz de belleza y de felicidad;
y todos los silencios se quebrarán en palabras con sabor a miel y olor a rosas mil veces perfumadas por tu mirada.
sólo hay un sueño.
Pero si para despertarte yo he de llegarte a los labios
¿no te encontrarás con un sapo horrendo?
O ¿tendrás un amanecer bello al saber que tu alma y tu cuerpo me dan vida y deseo?
[1] vers. 1 y 8 del cap. III, Eclesiastés. BIBLIA DEL OSO. Libros Proféticos y Sapienciales, según traducción de Casiodoro de Reina, publicada en Basilea en el año 1569. Edición de Gonzalo Flor Serrano. Ediciones Alfaguara, Madrid, 1987.
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