había un mundo hecho a su mirada; por ejemplo la lluvia eran sus lágrimas y el paisaje de un río arbolado uno de sus mejores sentimientos.
Y cuando pensaba en tí la brisa tomaba un inequívoco aire como de amoroso corazón...
Y cuando pensaba en el paraíso por su boca salían miles de suaves flores que te cosquilleaban los pies del alma...
1 comentario:
¡Qué bonito!
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