Introducción.
Decía el poeta mejicano Octavio Paz que “para decir
los pronombres hermosos y reconocernos y ser fieles a nuestros nombres hay
que soñar hacia atrás, hacia la fuente, hay que remar siglos arriba, más
allá de la infancia, más allá del comienzo, más allá de las aguas del
bautismo, echar abajo las paredes entre el hombre y el hombre, juntar de
nuevo lo que fue separado”.
Así, pues, hoy comenzaré, sólo en mi propio nombre una
nueva andadura en este blog girando hacia atrás, haciendo “historia” de lo que
de bagaje del pasado hemos perdido.
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