Hacia el año 635
Quirico, abad de un monasterio cercano a Barcelona, para impulsar el culto de
la santa y siguiendo las resoluciones del IV Concilio de Toledo (633), edificó
un monasterio, donde posteriormente se conservaron sus reliquias; recopiló los
sucesos de su martirio y posiblemente compuso el himno litúrgico Fulget hic
honor y los textos de una misa propia [1].
Javier Arbués Villa.
[2]
Cataluña para proclamar su independencia frente al Imperio
Carolingio hubo de recurrir a la figura de Santa Eulalia de Mérida que en
Asturias ya había dado muestras de su poder restaurador.
Sobre la figura de Santa Eulalia de Mérida se han
escrito numerosos textos; en casi todos, sin embargo, aparece referida junto a
otra homónima de Barcelona.
Alejandro Recio Veganzones recoge pruebas de su
inexistencia, fruto de un desdoblamiento o reduplicación interesada de la
mártir emeritense[3].
No obstante, la motivación subyacente del
desdoblamiento de la figura de Santa Eulalia de Barcelona, fundamentalmente,
obedecía a razones de índole política.
Y así Alfonso II el Casto había interpretado, nos
dicen Ana Gutiérrez y Eva Ouil, que las reliquias conferían carácter divino a
su poder[4].
José Luis de la Barrera Antón, tras evaluar los
sucesos próximos a la fecha del descubrimiento de los restos de Santa Eulalia de Barcelona, interpreta, según nos
comunicó personalmente, la existencia de un trasfondo político en la
“invención” del descubrimiento de la tumba de Santa Eulalia de Barcelona; en
efecto, poco antes, en el año 877, Wifredo comenzó a actuar de forma casi
independiente respecto del Reino Carolingio[5].
A su vez Paul Lefrancq describe cierta similitud en la “invención” o
descubrimiento de la tumba de la Santa Eulalia barcelonesa con el
descubrimiento[6] de la tumba del Apóstol
Santiago en Compostela[7].
De aquí que los comienzos de la Reconquista catalana sean presentados “ex
nihilo” y qué mejor prueba que el olvido total de la tumba de su santa
Eulalia barcelonesa, como el olvido de todas las contribuciones foráneas según
dedujo José Antonio Maraval[8].
Coincidiendo con José Luis de la Barrera explica
Lefrancq el trasfondo político; como sucedió en los casos de Leovigildo y
Pelayo, sólo las reliquias de Santa Eulalia podían ser estandartes o banderas
de nuevos Estados; y a tal aspiraba entonces la Marca Catalana[9].
En realidad este hecho sucede en el peor de los
momentos para el reino franco que, a principios del siglo IX, le había
arrebatado a los musulmanes el control de Cataluña; en palabras de W.E.D. Allen
la debilidad de la monarquía franca tras Fontenay (año 841)... que, según el
mismo autor coincide con un momento propicio ya que “había muchos indicios de
una reactivación política y religiosa entre los pueblos de la península,
todavía cristianos y levantamientos... frecuentes y significativos, como por
ejemplo ocurrió en Mérida (828-38) y en Toledo (831)[10]”.
Carmelo Viñas y Mey presenta el fenómeno del
desdoblamiento de santos, en concreto el de Santa Eulalia de Barcelona respecto
de la emeritense, como un fenómeno que acompaña la progresión territorial de la
reconquista[11].
Y la aparición en la escena bélica de Santiago, el de Compostela,
según interpreta Viñas, también fue un desdoblamiento de Santa Eulalia aunque
Viñas sólo lo indique[12].
Para
nosotros, sin embargo, es consecuencia de la continuidad visigoda que se le da
a la monarquía asturiana a partir del siglo IX. Santiago sustituye a Santa
Eulalia de Mérida simplemente porque la mártir toledana, Santa Leocadia, nunca fue considerada
patrona militar.
Los desdoblamientos de santos tenían sus orígenes en suplantaciones
comenzadas en la Italia del siglo VI; Jean-Charles Picard dice que entonces se
recurre a reescribir la historia de las ciudades para adaptar sus inicios
cristianos a los de la predicación de los Apóstoles[13]”.
También José Antonio Maraval llegó a descifrar la
causa más íntima de los desdoblamientos de Santa Eulalia; en especial el
barcelonés: el levantamiento de Pelayo fue el ejemplo, el modelo, el paradigma
de los levantamientos cristianos posteriores contra los musulmanes[14].
Y en aquel levantamiento
primero se encontraba... Santa Eulalia de Mérida.
Señora
nacida de Ningal jubilosamente para la alegría,
como a un dragón se te ha dado (fuerza de) aniquilamiento,
Inanna, nacida de Ningal jubilosamente para la
alegría,
como a un dragón se te ha dado (fuerza ) de aniquilamiento[16]”.
...
Señora, frente a la que nadie se mantiene firme en
la lucha, gran hija de Zu-en, que se levanta
en el cielo, que irradia pavoroso prestigio,
a ti te aclama él, que está allí inasequible en su
fuerza
masculina, en
la lucha como en una fiesta,
destruye para ti con fuerza pavorosa las casas en el
pais enemigo...
Inannna, frente a la que nadie se mantiene firme en
la lucha, gran de Zu-en, que se levanta
en el cielo, que irradia pavoroso prestigio...[17].
Himno sumerio a Inanna.
[18]Según Joseph de Sagarra y de
Baldrich la Monarquía española tuvo sus orígenes en Barcelona en la época de
Ataulfo.
[1] p.3812.
[2] Jacinto Verdaguer.
[3] “...quiero hacer constar, frente a la opinión de ilustres liturgistas
y hagiógrafos catalanes, que hoy la crítica histórica y la hagiografía sólo
reconocen la existencia de una sola Santa Eulalia de Mérida, y no admiten el
desdoble de la misma mártir emeritense, de la que una reliquia insigne de la
misma, en Barcelona, dio origen, a mediados del siglo IX, por un fenómeno
devocional, a otra santa del mismo nombre, en la ciudad Condal. No insistiré
aquí sobre el particular, por creer superado tal problema devocional -hasta el
presente defendido por algunos autores modernos-, pues mis argumentos y los de
otros escritores han sido en la actualidad aceptados”. p.81
[4] p.34.
[5] p.
142, ver José Luis Martín.
[6] Pérez
de Urbel, aseguraba Sánchez-Albornoz, dice que las reliquias de Santiago
habrían sido llevadas a Galicia por los emeritenses: “ Cuando los musulmanes
invadieron la Lusitania la clerecía emeritense habría huído a Galicia con tales
reliquias y los clérigos de santa María las habrían depositado en una iglesia
levantada en Compostela en honor de la madre de Dios.”. p. 269. Pérez de Urbel
se basaba en el descubrimiento de la lápida de consagración de una iglesia
dedicada a Santa María.
[7] p.305.
“Sin embargo sólo en el año 878 cuando se habla en Barcelona de santa Eulalia
en ocasión de la invención de la “tumba” de la Santa. Para demostrar su
antigüedad, en el 878, se atribuía a su presunta antigüedad el hecho de que no
se supiese cuando había sido construida; su descubrimiento había sido
propiciado por la intervención celestial”.
[8] “Por el lado de Cataluña, para romper, en la concepción de su
reconquista propiamente tal con la dependencia primera respecto de los francos
y hacer que la imagen de su caudillo fundador coincida con el tipo general, se
acude a representar el condado dominado totalmente de nuevo por los moros y
recobrado por el conde Vifredo, sin ayuda alguna, construcción que se encuentra
ya en los Gesta Comitum Barcinonensium y será recogido por la Pinatense”.
p.183.
[9] “En el año 801 vuelve la ofensiva de los Francos y la Marca de
España, que se encontraba bajo la influencia carolingia, se convierte en una
provincia franca tras un siglo de ocupación mora. Los condes que residan en
Barcelona de cualquier manera serán vasallos carolíngios. A partir de del año
874, Vilfredo el Velloso proclama una autonomía puede ser que más teórica que
real pero aún pro francesa. Y cuatro años más tarde, -finaliza asociando estos
hechos- se “descubre” en la capital de Cataluña la “tumba” de Santa Eulalia”.
p.306.
[10] p.46.
[11] “El fenómeno religioso-social del desdoblamiento, en virtud del cual
santos propios de una localidad o comarca aparecen como originarios y patronos
de otra u otras distintas (el caso visigodo de Santa Eulalia de San Cucufate,
por ejemplo), se generaliza ahora a múltiples comarcas con un sentido
religioso, militar y nacional, al aparecer aquéllos como patronos de las
victorias cristianas en su avance en ellas”.
[12] “El patronalismo general,
hispánico de Santiago, es en el fondo la manifestación más ilustre y en su más
amplio sentido de este fenómeno de desdoblamiento religioso-nacional”.. p.97.
[13] p.340, 1998,
[14] “Alzamiento... de Pelayo en Asturias, a cuya imagen
se van configurando los demás”, ya que “Indudablemente, es en tierra
astur-leonesa donde se formula originariamente, de manera también más clara y
completa, el ideal de Reconquista. Muy pronto y tal vez con independencia se
expresa en Navarra. En Castilla y Cataluña su presencia, más tardía, tiene un
carácter secundario o derivado”. pp.184 y 185.
[15] Jacinto Versaguer.
[16] p.
31, himno 9, ver Federico Lara Peinado, 1988.
[17] pp.
32 y 33, ver Federico Lara Peinado, 1988.
[18] p. 272. ver
Texto tomado de mi libro Santa Eulalia de Mérida, la Grandeza de lo pequeño, Artes Gráficas Rejas, Badajoz 2004.
Texto tomado de mi libro Santa Eulalia de Mérida, la Grandeza de lo pequeño, Artes Gráficas Rejas, Badajoz 2004.
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