podrán

podrán cortar todas las flores;

siempre habrá un hombre semilla.

sábado, octubre 24, 2009

SANTA EULALIA DE MÉRIDA ¿SUICIDA?


El próximo lunes los eulalienses en particular, los emeritenses en general y los investigadores en ambos casos tenemos una cita muy importante, esencial, en el Museo Nacional de Arte Romano; al fin José Luís de la Barrera Antón, doctor y conservador del M.N.A.R., se dispone a proclamar sus revolucionarias investigaciones sobre la mártir emeritense.
Y fundamentalmente equiparará a Santa Eulalia con los suicidas de la norteafricana Iglesia Donatista.
Curiosamente la autodenominada Iglesia Incontaminada de los Mártires va a tener a partir de ahora un protagonismo inimaginable no sólo en la Historia eulaliense o emeritense, también en la Historia de España: en mi próximo libro describo su llegada a Émerita, cómo colonizaron espiritualmente Hispania sembrándola de sus propios mártires... cómo le dieron boleto a los visigodos arrianos ante la "pasividad" de la iglesia hispana, al parecer continuadora de la iglesia romana o de los traditores. y cómo, indirectamente, favorecieron el encumbramiento espiritual, sin derecho alguno, de Toledo sobre Mérida.

CONFERENCIA DE JOSÉ LUÍS DE LA BARRERA.

Mérida
El MNAR acogerá el lunes la conferencia "Los Martirios de Santa Eulalia"
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Alicia Mendo
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23 oct 2009 actualizado 15:32 CET :: Leído 52 veces
El MNAR acogerá el lunes la conferencia "Los Martirios de Santa Eulalia"
Como cada lunes, y con motivo del 140 Aniversario de la refundación de la Asociación de la Virgen y Mártir Santa Eulalia, el Museo Nacional de Arte Romano (MNAR) acogerá el día 26, el ciclo "Conferencias sobre Santa Eulalia" con el objetivo de acercar al público interesado los nuevos descubrimientos e investigaciones que se están realizando sobre la Patrona de Mérida.



Las conferencias, de entrada libre, tendrán lugar los lunes de octubre y noviembre y el jueves 3 de diciembre, en el Salón de Actos del Museo Nacional de Arte Romano a las 20 horas.

En esta ocasión, el conservador del MNAR, José Luis de la Barrera, hablará sobre "Los Martirios de Santa Eulalia", que tuvieron lugar una vez que el emperador Decio, a mediados del siglo III d.C. decretó la persecución de la comunidad cristiana emeritense.

Por esto, los cristianos se dividieron en dos, por un lado los que habían abjurado de la fe y, por otro, los que se mantuvieron firmes en la misma.

En este ambiente cismático hay que incardinar la figura y el martirio de Santa Eulalia, transmitido por fuentes escritas, de alto valor literario pero escaso rigor histórico. A pesar de ello, una lectura crítica de las mismas permite atisbar que Eulalia y su familia se contaron entre aquellos emeritenses que se negaron a aceptar de nuevo en el seno de la comunidad cristiana a los que habían caído (lapsi).

La propia actitud temeraria de Eulalia, que se lanza al martirio y a una muerte segura -actitud ésta condenada por la Iglesia que no veía en ello a mártires sino a suicidas- habla, bien a las claras, que la intransigencia de la virgen emeritense tiene más puntos en común de lo que pudiera parecer con movimientos religiosos norteafricanos que, con el tiempo, serían condenados por la Iglesia como heréticos.

La Pasión de Santa Eulalia es un texto hagiográfico, anónimo, escrito en el siglo VII. Se basa en otro anterior del siglo IV, que recogía, a su vez, las tradiciones orales que habían quedado impresas en el imaginario colectivo de la ciudad, tradiciones que sirvieron para que el poeta hispano romano Prudencio redactara su famoso Himno en honor de la Mártir. A pesar de que en la segunda Pasión la imagen real de Eulalia quedó maquillada y adaptada a los nuevos tiempos, es posible atisbar fosilizaciones de la vida de la mártir emeritense que pueden ser tomados como históricos.

Los martirios serán magnificados y los trece tormentos que se le atribuyen responden a una premeditada intención por acrecentar la figura de Eulalia como paradigma de la fortaleza cristiana.

De los martirologios pasaron a los cronicones y, de ahí, a libros de historia como el de Moreno de Vargas, que sirvió de base al que fuera párroco de la iglesia de Santa Eulalia, el carismático don César Lozano, para confeccionar el Trecenario en el año 1933, todavía en vigor, en el que se relatan los truculentos suplicios que aún hoy siguen impresionando a determinados fieles.