cancionero de momentos y de sitios, tú Venecia y yo la Guerras del Peloponeso, la mano ensangrentada y una espada con forma de corazón... ¿Vives? Yo sí y hago crecer yerbas y corto el agua con cantos rodados y salto a la comba y doy espoliques certeros y que al burro no se le ocurra hacerme la cama... Cancionero de recuerdos y olvidos: no sé en dónde guardé tu rostro, no sé dónde puse tus manos ( lo peor es que tampoco recuerdo la estantería en que puse mi memoria).