HUBO (TUVO)

un tiempo en que yo tenía (hube) el alma de colorines y con pizarrines de manteca escribía versos en mi calle y en sus bocacalles; hubo un tiempo en que yo jugaba con cristalas y con cristaleños y con bolindres de barro, además en los arrabales.

Hoy no pinto ni juego; en mi corazón no quedan alpinos ni pizarras; ni queda tierra en mi calle, para hacer barro y con él hombres, ni tampoco quedan piedras con la que despertar a la luna ni tampoco tengo alma de colorines ni de pizarrines de manteca.
No sé quién cerró mi cabal...