Mi querido amigo: deseándote lo mejor - la betífica u ociosa contemplación del Paraíso no como ruina arqueológica a las que debas desenterrar para gozarla- te recuerdo que aún en Mérida hay hijos putativos de aquellos que te persiguieron y se fundamentan, aún declarándose católicos y liberales, en el viejo principio marxista de que el dinero ajeno es el motor de la historia; o piensan en la universalidad de aquello que viene a decir lo dicho en román francés cherchez la femme o en román castellano faldas hay de por medio -y dicho con perdón por el posible resabio sexista-.
Es decir que todos los que son hijos putativos siempre creen que los demás son como ellos y al generalizar su pecado en el común lo individualizan en los menos apropiados.
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