
Frente a frente, silencios;
y en silencios, silencios.
La única palabra es una mirada...
Yo existo,
tú existes,
¡existimos¡
Y ya no cabe más conjugación ni más adversiverbios
- ahora bien nuestro autor cuando se emborrachaba confundía nuestros papeles y nuestro argumentos-.
No hay comentarios:
Publicar un comentario