no sé a dónde fueron a parar pero tuve los pequeños cuadros algún tiempo en mi casa: en alguna feria del final de mi infancia, en Llerena, hubo una vez un puesto de pintura al azar que no sé si costaba cinco o diez duros -veinticinco o cincuenta pesetas-; ahora cuarenta años después encuentro un método similar pero internéutico.
Una pasada o gozada sólo utilizando el ratón.
1 comentario:
¡Qué divertido!
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