también hay un pájaro que no sólo me da razones para volar; también el mismo pájaro, en las peores ocasiones -cuando la vida más se me enrosca como veneno al cuello-, me pone sus alas para volar, es decir, para vivir erguido y sin vértigo; y además, en tales ocasiones, este maravilloso pájaro me besa en el alma con la rama de olivo de su pico y siembra en ella una semilla de alegría. ¡Palabra del Niño Jesús¡
1 comentario:
Anónimo
dijo...
¿De qué pájaro estamos hablando....?, je,je.. Más vale pájaro en mano que ciento sin nido....
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¿De qué pájaro estamos hablando....?, je,je..
Más vale pájaro en mano que ciento sin nido....
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