en este valle de sueños; en este valle de tu seno... yo era un niño y yo era un niño cristaleño y yo era una peonza risueña y yo era un tirador de flores y yo era un aro de tierra, y yo era el pincho que se hunde en el barro; y tú jugabas conmigo a la rayuela (quizás por eso me duele tanto el alma y la cabeza - qué carajo si no, si mi sino era el de ser la piedra-).
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