y buenas tardes.
He incluido la entrada que había pasado a borrador por resultarme un bastante desagradable entonces -claro que cuando se verbaliza cualquier cosa, hasta los sentimientos y pensamientos más bellos, no sólo pierden su belleza sino también su gravedad, seriedad e importancia (y a pesar de mi incontenible verborrea sigo pensando que la mejor palabra es el silencio)-; pero desde que leí aquel Soneto al Cubo de la Basura de Rafael Morales... Bueno cuando lo leí en mi pueblo no había cubos de la basura; ya se sabe que los pobres no reciclan -por puro instinto de conservación para no ser engullido por los conservacionistas de la elegancia y de la prestancia de la Naturaleza-.
Por ello pese a su belleza real no me conmovió en exceso tal soneto; espero que a tí tampoco te conmueva, negativamente, la imagen, que peor es cualquier imagen del telediario y aquí el dibujante "se lo ha currado" y conseguido una metáfora fabulosa.
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