y eres mi secreto porque tu piel se desliza en el ánimo de mi ánima y me da vida; y al tocarme con un roce, no importa que éste sea un guiño o una sonrisa, me transformo en personaje de polichinela o en títere sin voz -tú me niegas la tuya-.
Mi secreto tiene nombre y luz de estrella, lengua de mar y mirada de río; mi secreto rima con el cielo y es metáfora de lo más bello; mi secreto ronda mis sueños y vela
sobre las murallas...
De nuevo en mí se recompone la Historia y vuelvo a ser redil de ovejas...
(por mucho que corra el tiempo sólo se apresura a llegar al mismo momento).
1 comentario:
Egoistamente, me enorgullece ser dueñ@ de mis secretos
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