Pues amarga la verdad y escuece y duele como tizne de cardencha;
y lo peor es que nunca cicatriza, siempre es herida abierta, desangrante;
y por ella se pierde todo a borbollones.
Pero la Ley del Secreto es transgredida por la Ley de los Sentimientos.
Y sientes que no mientes; que la Mentira -sigue la evoluciñon del cuerpo humano- no es un sentimiento sino un dolor aún mayor que la Verdad - siempre desnuda como adanieva-.
Y aunque la Verdad duele como prisión mayor a muerte puedes regodearte en ella.
Pero
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