Fuiste en la tierra creación conclusa
y libertad del hombre edificada,
distinta y sin futuro; al fin pasada
y desterrada al fin y al fin ilusa.
De un tiempo usó la eternidad tu musa,
mas fuiste con el tiempo amortajada
y la materia fue materia de nada
y ni aun recuerdo la razón confusa.
La piedra que fue grada es ya ladera,
la columnata es aluvión y escoria,
el arco y el bastión roca y entraña.
Si algo es forma, es dolor y nada espera.
Sobre tu idea al sol la hierba brota
porque han vuelto la tierra y la montaña.
Dionisio Ridruejo, “En Mérida”.