podrán
podrán cortar todas las flores;
siempre habrá un hombre semilla.
viernes, julio 20, 2007
SANTA EULALIA DE MÉRIDA
y no digo de Mérida porque en Barcelona se llame Santa Eulalia de Barcelona -cuya imposible existencia próximamente será expuesta a través de un truco historiográfico que pacientemente he construido y que es como esos agujeros negros celestiales que enguñen lo que nunca tuvo verdadera consistencia-.
Comentaba esta mañana con mi amigo José Ignacio, el suibloguicida, que cómo era posible que con sólo doce años esta niña, según ahora, y plena mujer, según su tiempo, haya alcanzado tantas y tan altas consideraciones; pero especialmente que me de tanto y tan agotador como satisfacente trabajo.
Pues sí este personaje al que ya mostré como uno de los personajes más singulares de la Historia de la Humanidad ahonda su importancia y relevancia -y no sólo por ser la prima donna de la literatura mística y universal: como figura religiosa hizo algo bastante más en lo que San Agustín de Hipona y las armas imperiales fracasaron...-