podrán

podrán cortar todas las flores;

siempre habrá un hombre semilla.

viernes, abril 18, 2008

COTIDANIEDADES.


Es la hora de la siesta. En la tele dicen que mañana lloverá en toda España. Tengo sueño -como un dulce sopor- y creo que voy a echar una cabeza en el tresillo; también me duele el cuello.
Estoy viendo gente querida algo bastante triste y no me gusta, incluso me disgusta; sí me gustan los vinos de Jesús que nos está haciendo caldos impagables por sus bondades.
Ayer estuve en el huerto y apenas si se han perdido plantas en el trasplante; pero además de reponer éstas - pimientos y tomates- habré de ampliar la plantación de pepinos y de calabacines. Con gran sorpresa he comprobado que los espárragos han reaccionado a las aguas de estos días y mañana los tomaré en una rica y suculenta tortilla.
A las plantas, todas, le viene muy bien el agua del cielo tan llenas de nitrógeno; con ésta realzan su belleza a través de su colorido y brillo especial. Por ello cuando puedo hago como mi madre y la madre de mi madre: pongo las macetas de interior que tengo en Calamonte a plena agua.
A mediodía te tenido una interesante conversación similar a un juego de billar trucado; lanzase por donde lanzase las bolas las bolas se perdían en el mismo agujero; cuando los protagonistas son otros sí cambia el agujero. Y lo peor es que al contertulio... ahora que lo pienso yo creo que se le estás agriando los agraces... ¡ja, ja, ja¡
En la piscina hace mucho calor, demasiado calor en la atmósfera porque el agua está helada -se nota que Mérida no está en los polos en donde por el calor global se están fundiendo los yelos- .
Recuerdo que Antonio Vélez Sánchez se queja de la existencia de castas arqueológicas; ya le daba yo una casta de triduo...
Y bueno, tristeza rojinegra, ánimo y U.A.
Y, al final, me pierdo la siesta y sus vitaminas A, M1,O2,R.

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