No, no quiero terminarla.
No.
Ella es como aquella niña linda y guapa que un día adolescente te dedicó más palabras y sonrisas que cualquiera de las otras niñas menos lindas y menos guapas.
No quiero terminarla.
No, no.
Ella es como ese día hermoso y bello en el que la luz que se agota te angustia al hacerte pensar que se acaba.
No quiero terminarla, no.
No, no y no.
No quiero terminarla.
Y como Josué o Pelai Pérez Correa gritaré "Detén tu día".
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