- y en el reverso de tu fotografía verías mi retrato.
- o escribirme en la piel del alma una carta indeleble de amor.
- han tallado tu voz en una nube.
- tú eres brasa en la que arden mis dedos.
- qué de temblor hay frente a tu mirada.
- ¡Ay si mis piernas anduviesen tus pasos¡
- en su cerebro había una casa hendida con patio mudéjar y alacena oscura
conmigo dentro de ella.
- Y sólo por morbo: ¿cómo era el esqueleto de la muerte?
- Con amor le secaba las lágrimas.
- Disparad, hermanos, disparad;
disparad cañones de amor.
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