
Lo que más me sorprende d
el tiempo es que no se cansa ni descansa ni se agota ni se agosta; en realidad
el tiempo es como una piedra muy refinada...

Pero
la historia como el águila tiene alas y como el
escarabajo forma numerosas pelotas de basura: ¿yo, tú, él, nosotros, vosotros y ellos entre ellas o sólo ellas?

Algunos escriben la historia, otros la sufren y la padecen, otros la dirigen... pero la Historia existe por sí como la belleza existe sin ojos que la vean o cerebro que la celebre.
Claro que la historia da vueltas y revueltas, evoluciones y revoluciones, hasta regresiones y desviaciones...

Y, sin embargo, si no fuese por
el trabajo (y con lo mucho que cuesta realizarlo y lo poco que vale), no habría
Historia sino
Paraíso, es decir...
verdad y vida.

Aunque siempre habrá una caballero
armado- que es tanto como
desalmado- presto para recordarmos que estamos en la
Edad de HierroEl hombre es el perverso romancero
de un niño que no alcanza la estatura
de Dios. El hombre, ¡gloria a su angostura!,
con el carbón del hierro hizo su acero.
Temedle ahora. Dura es, fatídica
la cuarta hora del mundo. Y no pretendas
refugio en las aldeas; que ni vendas
de amor habrá. Camina por la idílica
esperanza del sueño. Y si te quedan
valor y fe refúgiate en la barca
de piedra. Que a los hombres ya le vedan
el amor, las palabras y la marca
de Dios. Así, pues, muere antes que cedan
la vida ante los hijos de la parca.
(soneto de mi poemario Últimos).
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