que has hecho de la paciencia fortaleza
y de la fortaleza primaveras.
Para tí, gorrión; para tí, gorrioncillo,
que el agua conviertes en sonrisa
y la sonrisa en alegría.
Para tí, gorrión; para tí, gorrioncillo,
que, al amanecer, bajas una estrella
que el agua conviertes en sonrisa
y la sonrisa en alegría.
Para tí, gorrión; para tí, gorrioncillo,
que, al amanecer, bajas una estrella
(en forma grande de sol y de vida).
Gorrión, gorrioncillo:
¡cómo tanta fuerza puede caber,
sin romperlo, en un corazón tan suave y algodonoso,
en un corazón de entereza y frambuesa
tan grande...como de niño.
(Canción de Mélani).