podrán

podrán cortar todas las flores;

siempre habrá un hombre semilla.

lunes, agosto 13, 2007

BÓVEDA, ARCO IRIS, CONCHA, AGUAMANIL...

Uno de los elementos arquitectónicos cuya simbología más me sobrecoge por su riqueza es el de los Ábsides o Presbiterios de las Iglesias tanto latinas como las martiriales de rito griego -sépase que los cristianos griegos no admitieron el Libro del Apocalipsis de San Juan como libro canónico y, consecuentemente, siguieron otro paradigma arquitectónico- .

Pero en pocas iglesias pueden verse estrellas como las situadas en el ábside de la Iglesia de Santiago Apóstol de Llerena, hecho que viene a redundar el carácter simbólico de la bóveda como cielo.


En realidad la bóveda cristiana tiene su origen en el "Arco Iris" pero con significación protectora de "bebedor de agua" según la interpretación grecorromana idolátrica; de aquí, sin embargo, su correspondiente denominación cristiana como "concha", dicho conçal en mozárabe para un desaguador como también el "aguamanil".
Al llegar al suelo aquellas estrellas, ya enormes, me hacían comprender que la lejanía hace ver las cosas más pequeñas -fue una de mis primeras iniciaciones en el arte de las proporciones-; pero nunca estuve más cerca de una estrella ni desde mi última subida a la bóveda, a través de una preciosa escalera de caracol en piedra de granito, ni nunca he vuelto a pisar el cielo.


En Semana Santa, cuando según el rito preconciliar se velaba este altar con una gigantesca tela morada, estas estrellas de madera eran bajadas desde la base de la bóveda en una operación muy delicada por el peligro que podría suponer la rotura de la soga.
Por cierto, cierta noche que Don Aquilino no tenía monaguillos me pidió que tocase el primer toque de esquilón; como yo no conocía la técnica -se tiraba hacia abajo de la soga y se esperaba a que ella sola subiese para tirar de ella nueva y suavemente- la soga se rompió y cayó muy cerca de las tres o cuatro beatas que se situaban en el lado de la epístola ya en la nave entre los altares de San Antonio y de Santiago; afortunadamente no hubo muertos ni heridos, sólo asustados.
N.B. Yo, por coherencia, además eulaliense, no haría el Camino de Santiago, originalmente el Camino de Santa Eulalia que en Burdeos comenzaba en l´ Église de Sainte Eulalie situado en su homónimo quartier medieval; pero me pregunto cúantos de los peregrinos que llevan la concha conocen algo más que la peregrina significación de este símbolo del que, también se ha apoderado en exclusiva y excluyentencia, el matamoros cuyo sobrenombre de Zebedeo significa impostor.