Yo pretendo seguir como hasta ahora,
de espaldas al trazado itinerario;
sin ver el horizonte que me acerca
al páramo infinito de la noche.
Rufino Félix Morillón,
Las aguas litorales, Padilla Libros editores & libreros, Sevilla, 2001, p. 77.
Rufino Félix Morillón es un viejo conocido con el que siempre he compartido espacios próximos y aún comparto con él entrañables amigos; pero no versos.
Desde hace milenios no me relaciono con poeta emeritense alguno; acaso porque no me gustan los parnasos.
Rufino Félix Morillón, que aún posee una de las más claras y bellas voces de Mérida, traza su voz en trasunto poético en sus versos; en estos además trasunta la elegancia de su nada machadiano aspecto; por tanto en su obra, alma y cuerpo era lo mismo en la Grecia y en la Roma clásicas, no hay barroquismo ni excesos en las líneas o en los colores.
Poesía pura sin más añadidos que la belleza desnuda por conservante.
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