Son fotocopias y de escasa calidad; sin embargo emanan la belleza distintiva de los lugares en los que, si la naturaleza sólo las dota de horizonte, sus gentes y sus casas los llenan de paisajes con gracia y encantos.
En Almendralejo, cuando ya la gente dejó de "vestirse de domingo", sus habitantes seguían endomingándose y, según me cuentan, siguen endomingándose.
Pero, como en estas fotos, también los almendralejenses trabajan hoy en la vanguardia.
Por algo el expansionista Concejo de la Ciudad de Sevilla, compró esta población en el siglo XVI aunque cinco años después los almendralejenses comproban su propia libertad.
En Almendralejo, cuando ya la gente dejó de "vestirse de domingo", sus habitantes seguían endomingándose y, según me cuentan, siguen endomingándose.
Pero, como en estas fotos, también los almendralejenses trabajan hoy en la vanguardia.
Por algo el expansionista Concejo de la Ciudad de Sevilla, compró esta población en el siglo XVI aunque cinco años después los almendralejenses comproban su propia libertad.
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