Y por difrazarme me disfrazaría de mundo, de palabra o de tí
y todos perderíamos la timidez
o ganaríamos la osadía de ser;
sin embargo hay estrellas asesinas que se disfrazan de estrellas santas;
sin embargo hay manos que no quieren ser blancas ni amigas;
sin embargo hay miradas que matan aún sin tacto.
Y por disfrazarme me disfrazaría de mundo, de palabra o de tí:
Yo como tú tendría en mi piel más superficie de contacto, en las manos más caricias, en la boca más besos, en los pies más cercanía, en la mirada mejores días, en la frente más buenos deseos y más buenos pensamientos y más óptimos sentimientos.
Yo como palabra escribiría más versos y sobreescribiría las fronteras y todas las lenguas y sus dialectos; gritaría fuerte si fuera necesario y arrullaría las olas del mar o le cantaría una nana, para que se duerma, al criminal.
Yo como mundo me disfrazaría de... -pero si el hábito no hace al monje- ¡qué hago en esta loca historia de transformaciones¡
