podrán

podrán cortar todas las flores;

siempre habrá un hombre semilla.

sábado, enero 12, 2008

¿UN POETA SE HA QUEDADO SIN VOZ?


hoy ha muerto el poeta Ángel González.

No voy a entrar en consideraciones críticas sobre este poeta -yo no conservo la barba ni las gafas- que publicó su primer libro, Áspero Mundo, en el año de mi nacimiento; sólo quiero recodar algunos de sus versos:
Para que yo me llame Ángel González,
para que mi ser pese sobre el suelo,
fue necesario un ancho espacio
y un largo tiempo:
hombres de todo mar y toda tierra,
fértiles vientres de mujer, y cuerpos
y más cuerpos, fundiéndose incesantes
en otros cuerpos nuevos.
Solsticios y equinocios alumbraron
con su cambiante luz, su vario cielo,
el viaje milenario de mi carne
trepando por los siglos y los huesos.
Sin duda la Literatura no puede desdeñar en su Mejor Antología
estos versos que vienen a decir que la Historia, es decir que la Vida, la hacemos carnes y almas sin nombres; carnes y almas pegados a la tierra
pero carnes y almas haciendo desde el silencio, desde el anonimato, desde la vulgaridad, desde la incertidumbre, desde la nimiedad, ... el universo (desde el AMOR).
Que la felicidad, la belleza y la paz que nos dieron tus palabras se te acrecienten.
N.B. Estos versos formaron parte de la dedicatoria de varios de mis libros, entre otros, uno, impublicable, sobre Calamonte:
Entre estos hombres y mujeres que han hecho posible que mi ser pese sobre el suelo se encuentran mis abuelos Obdulio Mateos Galán e Isabel Molina Ruiz, Gregorio Martín de Rodrigo Sánchez y María de la Concepción Moreno Rubio a quienes dedico este libro sobre la historia de una población de la que formaron parte, los primeros como naturales de ella y los otros como sus vecinos.