Ayer por la tarde mi amigo Jesús deshizo en altura con su desbrozadora/.
gran parte de las malas "yerbas" que han vuelto a resurgir en mi hortal; así esta mañana he podido pasar la mula mecánica y el terreno, aunque aún muy húmedo, ha quedado preparado para la plantación.
..........................Fotografía de María Álvarez Guerrero
tomada a principios de diciembre de 2007 ¡¡¡cuando los perales estaban repletos de peras¡¡¡
Por cierto, he descubierto un nuevo uso de la desbrozadora; además de permitir directamente la labranza al cortar con el hilo las malas hierbas las trocea tan finamente que si las dejas sobre el terreno y le pasas la mula puedes utilizarla como compost sin necesidad de amontonarlas para convertirlas en estiércol.
¡Qué pena haber tenido que reducir a una sola la plantación anual, así no me puedo introducir nuevas variedades y cultivos o ensayar nuevas técnicas con las que "asombrar" a los labradores de toda la vida.
Por cierto cuando mi padre regresó a Calamonte apenas si había hortales en el pueblo y en el campo se situaban en las zonas de regadíos como huertos; entonces alrededor de Calamonte sólo se plantaba de secano y la "horticultura", aunque no se escaseba la fruta y la verdura tradicional, no se consideraba un buen entretenimiento. De todas maneras hay reticencias a los nuevos cultivos y a las nuevas técnicas; como siempre, pero he heredado y he aprendido de mi padre las bondades de la innovación.
Y pensar que si mi abuelo paterno no hubiese muerto joven, de ántrax o carbunco, yo habría sido labrador...
Recuerdo gratamente el día en el que, a través de un mando a distancia situado en mi bolsillo, iniciaba y cortaba el riego de los aspersores; Julián, primo de mi padre, y mi propio primo Vicente no salían más del mosqueo que del asombro; y no era esta técnica de riego una virguería innecesaria ya que para detener el motor si regaba con aspersores o a pie tardaba mucho tiempo en llegar a la llave y los canteros. Afortunadamente actualmente los receptores de los mandos a distancia han elevado su potencia hasta 3500 w y ya no es necesaria la compleja y costosa instalación eléctrica que llevó a cabo mi amigo Manolo, Don Manuel Muñoz Belloso quien murió el Domingo de Pascua.
Para rematar el riego y evitar regar con la manguera en la mano y los problemas de la excesiva fuerza del agua en su salida preparé además una garrafa de plástico de unos ocho o diez litros; en ella hice numerosos agujeros en su base y le introduje una goma de riego preparada con un enlace rápido, tipo "barcelona". Y es que estas uniones, no sin problemas, son las más adecuadas.
Este año voy a regar las plantas hortícolas con una manguera amarilla de las denominadas "de tripa" y en vez de plantar a lo largo lo haré a lo ancho para aprovechar la caída del agua sobre la inclinación del terreno; espero que no suceda alguno de los innumerables problemillas y que la reinstalación del juego de electroválvulas no me obligue a extremar el arte del ensayo y error pues las combinaciones para el fallo siempre son nueve sobre diez.