Y Poesía eres, lógicamente, tú; pero como tus ojos no pueden ver ese grato milagro
de tu sonrisa, metáfora del cielo en amor abierto,
o tu cuerpo el milagro de su movimiento, metonimia del paso elegante de las estrellas,
porque además formas parte de ese universo que cree en la Poesía es decir en la Belleza y en lo Bello, en tí...
Y porque quieres retratarla y exponerla además eres Poeta por deseo, esperanza y por activa además de por pasiva recepción.
Y no te faltan palabras; si acaso la técnica de contemplarte desde lejos y a lo lejos con el deseo y el embeleso propio de quien no eres tú.
Pero para rellenar tal hoya estoy yo aquí, como aprendiz y digo que...
Y no te faltan palabras; si acaso la técnica de contemplarte desde lejos y a lo lejos con el deseo y el embeleso propio de quien no eres tú.
Pero para rellenar tal hoya estoy yo aquí, como aprendiz y digo que...
que escribo los primeros versos:
- Y en tus labios perdiere
el miedo al vértigo.
- En tus brazos perdiere
el miedo al vértigo.
En ocasiones he querido deducir que tu mirada realmente me bajaba la luz real de las estrellas, que ponía esa luz en mi propia mirada y que, en lugar de reflejarla, la interiorizaba en el alma.
Y de él, del interior del alma, regada ésta en miel y en color de luz, por tanto y por tiento, salían jardines de flores de palabras en verso.
Y es que tomándote como forma y modelo como forma y modelo tomo un trozo de cielo y lo invierto para que germine sobre la Tierra:
Silencio a cuerpo:
mas no despiertes
que es sol de medianoche.
Palabra a sangre:
mas no te asomes
que es luna de manzana.
Era el 20 de julio de 1977 y me encontraba en Calamonte cuando escribí el poema del que he tomado estos versos.
Curiosamente fue un poema casi directo ya que apenas sufrió posterior transformación; pero ahí ya se encontraba el futuro, sin necesidad de echar cartas, hacer ichin o sin mediar ninguna otra patraña:
que es luna de manzana.
Y ahora la Poética exige silencio, mi silencio.
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