podrán

podrán cortar todas las flores;

siempre habrá un hombre semilla.

martes, abril 17, 2007

POESÍA COMENTADA PROCEDENTE DE CARPETAS AZULES.


He sacado una viejísima carpeta de color azul de, al menos el año 1978 según una referencia en ella escrita; contiene LA CARPETA [ÁLVAREZ104-b] una gran cantidad de folios, servilletas y dinacuatros con versos, dibujos y otros entretenimientos.

Según estos papeles el día 9 de oktubre de 1977 me encontraba en Kalamonte y comenzaba a escribir (por entonces yo escribía-siempre he creado mundos a mi forma, capricho y medida - según mi particular reforma fonológica):

Sí, ke bajo tus ojos
la luz alba, primaria;
el beso enamorado, la kriatura
úmeda y en tí primaria.
I por ensima de tu piel esperansa
mi estatura con piel de naranja.

Aquel mismo día escribi otro poema titulado "Epitafio para mi partida de nasimiento (había tachado bautismo)", y el poema comenzaba así:

Si è muerto no lo rrecuerdo, si estoi bibo no
lo presiento.
I no me inporta no saberlo, ni tenerlo eskrito (originalmente "apuntado")
en el diario.

Encuentro un dinacuatro con un poema de los años noventa escrito casi todo con mi color preferido de ingreso y de bachillerato: el verde de los bic naranja y cristal de mediados de los años sesenta:

Yo te saludo con
el beso de una
paloma.

En el reverso del dinacuatro anterior hay dos cuartetos acabados de un inacabado soneto:

La palabra no supo ser ayer
el tiempo. Pero habrá un momento puro
en el que la palabra, a golpe oscuro,
...

Los días 15 y 16 de septiembre de 1976, como era lógico desde la muerte de mi hermano, no eran días felices; entonces escribi:

Estoy solo frente a mi tumba:
el cristal será el ataúd,
la cortina el sudario
y las macetas los amigos..
Yo seré el desagüe del agua...

Algo "gordo" sucedió el 24 de julio de 1978 por cuanto dejé escrito que:

Y kontigo llo no è muerto
an sido las estrellas asesinadas.

Y es que, al menos desde el 4 de junio, "estaba yo de un trágico"...

Aller le rrobaron los ojos;
oi le arrancaran la mirada.

En 1975-76 conocí mucha y diversa y hasta muy rara gente en la pensión en que me hospedaba-incluido el¡...¡ del dueño-; entre ellos un chaval deficiente; éste se había escapado de su casa en Madrid; pero padecía de una consecuente eneuresis nocturna y, a la segunda meada, el ¡...¡ del dueño lo echó; afortundamente Manolo, Suso, yo y algún otro nos hicimos cargo de su problema y decidimos que durmiese en uno de los sillones de nuestra gran habitación de cuatro camas; pero el "joío" echaba de menos las sábanas y una mañana, tras irnos a las prácticas, se acostó en una cama y al "calorcito" y el "relax" se quedó nuevamente dormido y dejó nuevamente empapado y maloliente el colchón.
El ¡...¡ del dueño montó en cólera y el muchacho desapareció para siempre porque ya no podíamos cobijarle a escondidas ni proporcionarle otro alojamiento.
Como virtud prodigiosa aquel muchacho brincaba saltando como una gacela dando "vueltas campanas" hacia adelante; y realizaba aquellos saltos, peligrosísismos sobre el asfalto de la calle Zorrilla, como para darnos las gracias y expresar la alegría inmensa que experimentaba con nosotros; su léxico, muy dotado de frases hechas, era muy pobre y casi siempre acababa, tras invitarnos a trotear mundo con él, diciendo:"Comer no comeremos, pero reir...".

Sabe el frío del cuerpo;
sabe el frío del alma.
Desconoce el calor y su color.
Y por ello conoce la amargura
de hallar cerradas puertas y ventanas.
Su traje es del vencido;
su casa es del incendio que poco a
poco se apaga. ¿Quién le prestará
una ventana abierta?
Mañanas nos veremos,
contaremos las penas y desgracias.
Sobre todo reiremos.