BARRIERON EL MUNDO CON SUS CRINES DE FUEGO LOS CUATRO CABALLOS DEL SOL: PYROS, ETHON, PHLEGO Y HEO. ANTE ELLOS SE ABRÍAN TODOS LOS PANORAMAS CELESTEES. SE HIZO DESENFRENADA SU CARRERA Y PRONTO DEBIERON ADVERTIR LOS POTROS QUE EL BRAZO QUE LES GUIABA NO ERA EL DEL PODEROSO APOLO, PORQUE DEJANDO EL CAMINO COTIDINAO SE LANZARON POR SENDAS DESCONOCIDAS.
DESPAVORIDO, FAETÓN, NO LOGRABA ENDEREZAR EL RUMBO.
Y, ENTONCES, POR PRIMERA VEZ, LAS FRÍAS ESTRELLA DEL SEPTENTRIÓN SINTIERON EL CALOR Y SE ECHARON SOBRE EL OCÉANO. ENTONCES EL DRAGÓN, INMEDIATO AL POLO NORTE, SIEMPRE ACOSTUMBRADO AL FRÍO, SE ENFURECIÓ SINTIÉNDOSE ABRASADO (Ovidio, ...).