podrán

podrán cortar todas las flores;

siempre habrá un hombre semilla.

domingo, enero 28, 2007

poemas de ÚLTIMOS



Humo por paisaje,
el pecho es la calle...
huele raro, a hombre estiércol,
a chocolate mustio de hombre seco.
La montaña baila sus picos,
lo de más es del enemigo.
Si tuviera tijeras cortaría
las uniones
y las asociaciones
y las uniones
y las asociaciones
y las uniones
y las asociaciones...



Hundido tras la lluvia,
viento de muerte...
y espera...
Sobre la arena
su humana bestia
el toro
pasea.
Verde que yo te vivo negro;
hueles a labios medios
y la boca te traga.
Negro que yo te vivo verde;
sabes a sueño y tiempo
y la psique te abarca.
Era un toro verde, de verde negro,
sin labios, mas con sueños.



Y cuando, por ejemplo,
yo quise ser contigo
niño de cartón piedra
y chapa de cerveza
o repión de caoba
imaginé entre mis
santos la víspera
de una noche de estreno
en la que inauguraban
la victoria del hombre
sobre el mismo hombre.
(Todos jugábamos
a piola
[1]).
No recuerdo el espacio
ni si hubo tiempo;
sólo recuerdo luces
cantando alegremente
una sonrisa vívida
que despertó a los hombres
en un grito de amor
y cromos de aventuras.
Cuando yo quise
ser niño de cartón
y plástico
estrené una corbata
de ilusiones amargas:
libres al fin los niños,
en sus zapatos
(en mi alborada
la muerte
jugaba
a la gallina ciega ).


...pero con el paraguas vuelto
atravesaba de una
a otra acera los días
de lluvia.
...pero no se mojaba
(aunque lo malo de las botas
katiuskas era
que tenían el cielo
abierto).


Dios creó el mundo en plural,
al hombre en singular.
Pero han de regresar los pájaros,
ha de volver la luz,
el tiempo de los astros sin palabras,
el tiempo de los bueyes sin arado,
el tiempo de los hombres sin hogar,
el tiempo en que esta tierra sea océano
y Dios, el dios del hombre eterno,
sea adorado bajo el fuego
solar.


Desde el principio
pretendieron los dioses
que la muerte
fuese balcón y escaparate
para la reprimenda
y la enmienda.



Tanto miedo a la muerte
como horror al camino...
(Todas las flores
clavan espinas).
Si viví en el pasado
seré como los dioses bajos:
un poco apenas
y, sobre todo, menos.
(Quien habla en mí es un dios blasfemo;
ahora también, antes desde el fuego).
Y como número
seré figura o letra
salvo ante los más sabios....
que la verdad es poca,
los sabios,
demasiados.


Hoy podríamos todos
nacer a cualquier ola del océano,
ser en cualquier aguja del reloj;
hoy todos deberíamos
tomar el cielo
al asalto de Dios,
crucificar al Diablo
en venganza de todos los pecados;
hoy podríamos todos
regalarle al guardián del paraíso
una botella de agua del Leteo
y a Yavé un cielo más lejano.
Podríamos hoy...
No, ni hoy ni nunca,
la vida
una neurosis
vegetativa,
suicida.


Cuando escrita fue la última palabra
por el agotamiento inexcusable
del alfabeto...
Han girado los mundos sobre sí
y en este giro traen
con el traje de fuego una bufanda
de agua, de oscuridad volcánica.
Igne Natura Renovatur Integra.
El mundo ha de quemarse en amapolas
neuróticas y en lámparas
de vigilias fingidas.
El mundo ha de anegarse en los nenúfares
perdidos de los dioses
que resucitan.
NUN SCIO VERE
[2].
Los ángeles,
cual laberintos
en movimiento eterno,
rogarán que el sol guiñe la mirada
de Dios.
Y el amor de
Dios será luz
de horror
por compasión.


Cuando el tiempo, feroz
consumidor de espacios siempre humanos,
haya deletreado el alfabeto
es mejor que tus manos
en triángulo apunten hacia Dios.
(Sólo hacia el mar el aire respiraba
a merced de la piedra sobre el agua).


Hoy puede ser lugar o por qué no
pretexto cronológico y sincero
para decir, sin ánimos de ofensa,
que la eternidad
será como un mendrugo
que en cualquier fecha cumple Dios.
Hoy cumplo un pueblo, un niño
y un pañuelo en la pierna
que crece hacia el olvido.
Esta noche regresan a las gargantas
perdidas los silencios apaisados
y un par de proporciones mitológicas.
Pero ya sé quién miente,
quién engaña a los ojos,
por qué me quedo ciego.
Toda la historia es falsa como
Marlon Brando.
Pero como el actor, la historia
no mentirá a las vírgenes atentas.
(Hasta el día terrible
quisiera hacer una barco de madera;
aunque para la vida
la tierra fue mejor cubierta).



Yo no tomo la luz
con cuchara de plata
ni con tenedor de oro
absorbo la palabra.
(Puede que exista un viento
para cada aleteo
o un ala para
cada descenso).
Siempre tomo la luz
con cuchillo y tenazas.
(Y sólo soy posible
una en dos y al espejo
en nosotros, momentos).
Puse proa a la vida
por conocer mi nombre:
pero Dios sólo existe
entre estos cuatro versos.
(La muerte
es la tregua final
entre los dioses
y el hombre).
En aquel tiempo
vino la palabra,
se hizo carne y la carne
se hizo misterio
y el misterio la piedra
angular de los tiempos.
(Jerusalén
no fue inundada
-estaba entre las bestias
del arca-;
pero cuando el calor apriete
la sed en las gargantas
será incendiada.
Ninguna estrella estéril
subirá al arca).



III
(Cuando suceda
¿quién será el remo,
quién irá de remero;
acaso hay marineros
de tierra adentro
y de oleaje seco?)
Pero si hay fuego habrá agua
para curar las llagas
y un nuevo sol también
para guía del alba;
y también una nueva barca
para salvar el alma
y un nuevo arco iris
para empapar el agua demasiada.
Cuando emerja
la epístola segunda
de Pedro,
Noé o Proteo,
sabed que sólo
una pareja de bestias
será elevada.
[1] Juego también conocido por “pídola”.
[2] “AHORA SÉ EN VERDAD”