podrán

podrán cortar todas las flores;

siempre habrá un hombre semilla.

lunes, enero 15, 2007

PRESENTACIÓN:



El día 29 de agosto de 1955 a la caída de una muy calurosa tarde nacía el autor en la calle de la Cruz nº 10 de la ciudad de Llerena en la Baja Extremadura.
Haciendo menciones que no recuerdos de aquel momento he escrito:
-Nací
si nacer es
vivir al viento;
nací
si nacer es
perder el cosmos,
sus números
y el esqueleto;
nací
si nacer es
tener un nombre
silencio,
partida
de cementerio
y carne
de identidad
mañana putrefacta.

-Y Dios sobre mis labios purifica
mi arcilla humana bajo su palabra.
Nací abierto al dolor de aquel que labra
una sonrisa eterna que dulcifica.

Apenas he partido cuando cinco
voces me parten parte del espejo
en el que miro este mínimo bosquejo
que calienta otra piel con más ahínco.

Quisiera un reloj corto para el sueño
o un paso aún más corto para el leño
que recoja mis huesos o mis voces.

También quisiera raudos y veloces
los labios detenidos en las cosas
que inútilmente llevo por hermosas.
en Llerena 1970.

-Si he muerto no lo recuerdo, si estoy vivo no
lo presiento.
Y no me importa no haberlo ni tenerlo escrito
en el diario.
Ya que nací desnudo y solitario, a pie
no sé si podré.
No sé si podré calzar las sandalias humanas
petrificadas,
los viejos descalzos existenciales marchitos
o carcomidos.
No sé si podré
o volveré a morir
si aún no he muerto.
Pero que conste ante el pájaro y el viento:
si he muerto no lo recuerdo, si estoy vivo no
lo presiento.
Calamonte 9-octubre-1977.

-LLERENA, 29 DE AGOSTO DE 1955.

Tan aprisa llegué al mundo
que se me olvidó nacer.
Eran las nueve del sol
cuando salí a caminar
y mi camino era noche,
era vida silenciosa.
Amanecía de cerca
cuando me abrazó la muerte,
me tomó y seguí viviendo.

Sin embargo Mariángeles, María y Alicia me han dado tres buenas razones para pensar que el día 29 de agosto de 1955 no sólo nacía a la muerte:

Y todos mis sueños
han sido tú y ellas
y ellas y tú habéis sido
todos mis anhelos
Y es que me habéis dado
toda la tierra y todo el cielo,
toda la luz y toda la vida,
el pájaro y el árbol,
la mano y la camisa,
el trigo y la paz,
los deseos, la fuerza,
el tiempo y la mirada,
el corazón y el alma.
Yo soy todo lo vuestro:
amor, espejo,
ángel, pareo,
botijo de esperanzas frescas
y tren de juegos nuevos,
la resurección de Lázaro
y el milagro de la lámpara aún ardiendo.
En Mérida, 2006.

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