Recuerdo que yo era muy pequeño; tendría unos siete u ocho años; ocurrió que, al parecer, de forma espontánea con ocasión de la época de los carnavales, hubo gente que se disfrazó...
el número de estos debió de ser considerable o, al menos molesto, para la hipersensibilidad por el orden, de las autoridades...
quiero recordar que los municipales recorrieron las calles prohibiendo aquel carnaval espontáneo.
Nunca más volví a ver celebraciones carnavaleras en Llerena.