UNA AZAFATA.
¿Y el avecica temblorosa
que cuando no tiembla, fina,
y oye el pie que no camina,
y el deshojar de la rosa,
y la hora misteriosa
que no tiene són?
EL BALLESTERO.
¡También es muy sutil¡
UNA AZAFATA.
¡El corazón¡
DEL VALLE- INCLÁN, Ramón, Cuento de abril: escenas rimadas en una manera extravagante.Gregorio Pueyo, Madrid, MCMX, p.100.
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