He ido a tomar un café y, como es costumbre, mientras lo calentaba (el o al o en el) microondas he puesto la radio; y el comentarista, el graciosillo tontorrón de turno, envuelto en sabiduría ignorante y alegría de falso prestidigitador, dice que habiéndose hecho una encuesta a relevantes científicos al preguntársele a Benoït Maldenbrot por el invento más importante del siglo XX éste respondió, lógicamente, que la Teoría del Caos porque según el comentarista "la inventó él".
¡Cuánto imbécil poniendo en tu boca imbecilidades pensadas o ideadas por ellos mismos¡
[Esto me hace recordar a aquel h... de p... o emni charmuta que inventaba falsas acusaciones para el propio regocijo de su malsanía y daño moral de sus "enemigos". N.B. Su madre, sin embargo, era una señora aferrada a los usos externos e internos de la moral nacionalcatólica y él el último nacional-católico que, desde el conciliarismo vaticano extremo y jilipollesco, ahora como ateo extremo y jilipollesco, aún pervive]
Esto me hace recordar a las chinchorreras de pueblo ya que saber no saben pero inventar hay que ver lo que inventan: hasta inventan que inventamos.
También me recuerda al !Aquí hay tomate¡ que espero que algún día desaparezca por infligir "malos tratos psicológicos"a...( de todas maneras la Pantoja los va a eternizar); por cierto muy bueno eso de otra tomatera que con nocturnidad e imbecilidad aseguró: "Sorprendentemente el príncipe no tenía la misma cara que cuando el primer nacimiento" y es que, claro, desde entonces, además de cambiar el vestuario el pobrecillo ha debido de cambiar un poco de rostro.
Claro que como él aún no tiene moneda...
P.S. Recuerdo que Franco se me iba haciendo viejo en las monedas.