La gran -palabra de Virgilio- hilera de los siglos empieza de nuevo. Ya vuelve también la virgen, el reino de Saturno vuelve. Ya se nos envía una nueva raza del alto cielo.
Es decir ha vuelto la Poesía; aquella poesía adolescente o del siglo de oro según tus cabellos o del siglo de las perlas por el tacto de tu alma o del siglo de diamante por la diafaneidad de las caricias de tus ojos.
Es decir ha vuelto la Poesía, ancha, indómita, espaciosa, sin guía, sin caireles; y ha regresado la Poesía en forma y en manera de prístina primera Primavera como nubecilla; desgajada de la nube enorme y alta y cayendo, cayendo a tierra ante mis ojos entrañados; envolviéndome tal como niebla, y empapándome, a modo de ensueño complaciente, de un licor esponjoso, como alado, y embriagador, como vida.
Y es que además de creer en la resurrección del hueso y de la piedra, y en la resurrección de la carne y del aire, y en la resurrección del alma y de las flores hay que creer en la resurrección de los primeros sentimientos y en sus formas: ver el mundo y tocarlo como una gran extensión a la que reducir para que quepa en el corazón.
Que las Montañas no surgieron para ser guía de navegantes; surgieron las Montañas para que, tras abandonarlas los dioses por morada, fuesen hogar y regocijo del hombre que en ella se aventura.
Y la Poesía que ha vuelto, primer y prístina Primavera, tiene tus propias sílabas y tus propias palabras; tu acento imperativo y tu cadencia mística; tu rima precisa y tus ojos alados, tu mirada feliz... y la lectura embriagadora de tus labios.
Tengo en mente un artículo sobre la Cosmología Cristiana y la concepción del Martirio pre-Juan Pablo II para la revista EULALIA y Olegario García de la Fuente me ha dado algunas ideas complementarias; según él "Labium. En latín profano y cristiano significa "labio". En latín bíblico:a)"idioma, lengua hablada[...] b) "Orilla del mar"[...] c) "Reborde, borde"(p.257)".
Pero además me sugiere que sin duda por ello tu labio superior, que tiene forma perfecta de paloma y que al hablarme se eleva como un poético pajarillo permaneciendo sin embargo durante el aleteo en tu rostro, es como el vaivén de las mareas, el borde entre la luz y la oscuridad, la frontera imprecisa entre el caos como desorden y la vida.
Y si el mar da palabra en forma y sazón de peces, de tu boca salen pájaros alados y almados; y estas palabras revolotean como si estrellas fueran y se fuesen.
Hasta aquí los cultivos de los campos y las constelaciones del cielo -palabra de Virgilio-.