podrán

podrán cortar todas las flores;

siempre habrá un hombre semilla.

martes, mayo 15, 2007

POÉTICA XVIII Y EL KOALA beato ille.



FABULA VI.

LA FORTUNA Y EL MÉRITO.
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De Dutramblay (Antonio Pedro).

El Mérito en el camino
De la Fortuna se halló:
Cuando ésta diosa le vió,
Gozosa á su encuentro vino.
- ¡Aquí, tú¡ Sabes te quiero.
Ha tiempo ansiaba este instante,
Porque te busco incesante.
-Yo siempre te espero.

(Madrid, Perlado, Páez y Compañía,1914, p.15).

Un fallo en el ordenador y un fallo en Internet me han hecho perder el texto ya escrito y que seguía aquí ; sin embargo lo doy definitivamente por perdido y sólo recobro lo último que estaba escribiendo: la necesidad dEL RESPETO, también, POR LA INTELOCTODIVERSIDAD ante tanto enderezacaminos y destuercebotas que en actitud pseudoquijotesca viene a enmendarle la plana al más pintado o pintiparado (lo bueno del buen Don Quijote es que nunca aparece como maestro ni convocante -sus locuras son suyas propias, exclusivas y excluyentes sin anatema aunque, en ocasiones, con coscorrón como la locura de todos los verdaderos locos-).
Pues tal como escribía Watson, condescubridor de la Doble Hélice del A.D.N. , el tanto por ciento de imbéciles entre los científicos es similar al que existe en la población normal; extrapolando a cualquier mundo "superior" la incidencia sería similar...
De cualquier manera si buscas un modelo te propongo la versión más moderna del Beatus ille- y es que aquí sí hay filosofía, ciencia y poesía[y referencio la teoría de la terapia natural del doctor Morita referida por el profesor J.H. Schultz en El entrenamiento autógeno, autorrelajación concentrativa, obra que adquirí en la Librería Médica de Valladolid el 9 de marzo de 1976]-.
N.B. La mejor, aunque más despidada, ironía es la de quien trata de ironizar sobre los demás ironizando sobre sí mismo (reconozco que la actividad es pleno arte; es decir esto de burlarse de los demás mofándose de uno mismo). O en lomán palatisí y a modo de claro aforismo chino: no describas por tontos a los demás si te describes por tonto a tí mismo, lo que ocurre cuando el fondo se transforma en forma.