Todo tiene su fín y su fín y su fín y su final; pero Weiskopf asegura que la Naturaleza permite ir en uno u en otro sentido y Asimov escribía que la Naturaleza no demuestra interés por ninguna dirección concreta.
Entonces el fín ¿se concretará en el movimiento de una flecha o en el de una espiral?, ¿en el espacio de un punto y aparte o en el tiempo de una pausa?, ¿en un amago amargo o en una salida definitiva?
Todo tiene su fín y hasta su final, su cumplimiento y hasta su agotamiento; pero en navegando sobre caprichosas olas...
Una vida anterior renace en mí/
un inmenso latido de esperanza/:
en mi corazón amo yo a los hombres./
Entonces el fín ¿se concretará en el movimiento de una flecha o en el de una espiral?, ¿en el espacio de un punto y aparte o en el tiempo de una pausa?, ¿en un amago amargo o en una salida definitiva?
Todo tiene su fín y hasta su final, su cumplimiento y hasta su agotamiento; pero en navegando sobre caprichosas olas...
Una vida anterior renace en mí/
un inmenso latido de esperanza/:
en mi corazón amo yo a los hombres./
(Pero en mi corazón no había labios/
ni tacto).
A veces me pregunto si escribo un verso o una estrofa; es decir si me preocupo más por el fondo que por la forma, en cómo lo digo y si ha de ser sobre lo que digo; y es que esto de escribir poesía es como vivir con una esquizofrenia y como estés tocado del ala te lateralizas, localizas y/o/además focalizas en un polo y te quedas helado...