podrán

podrán cortar todas las flores;

siempre habrá un hombre semilla.

viernes, mayo 18, 2007

POÉTICA XXIII O DE TU NOMBRE.

tengo tu nombre, minúsculo, depositado en mi piel como una calcamonía
y en mi boca tu nombre se estira como chiclé americano
y tu nombre huele a tu-tú o a lagarto o a ajax - y yo no era el más poderoso -
pero tu nombre era papel de estraza en mis labios
o muñeca de incipiente plástico
o trago de mirinda
y para tu nombre eran las tres en raya, el parchís, la oca, el exin blok
y en tu nombre tomaba helados camy y valencianos
pero tu nombre sabía a anís dulce de primera vomitana
y a cigarrillo de colores
y a noria y a coches locos y a circos.
sí tengo tu nombre en mi lengua y en mi paladar y en mi garganta y en mis pulmones
y te exhalo y te inhalo
y vuelves y regresas
y te vas y me rehúyes
Si yo fuera ¿...? Felipe II me diría zapatero a tus zapatos y no sospecharía que para sus reynos yo sería más peligroso que la Leyenda Negra en remendando abarcas y alpargatas.
Y en sus reynos yo quitaría el sol...
No sé por qué pero hubo tiempo en que imaginé que en el zapatero se encarnaba el ideal del revolucionario bueno
Mi vecino Antonio, ferroviario como mi padre y que vivía dos casas por bajo de la mía en la calle de la Cruz, debía de haber sido zapatero en su juventud y continuaba siéndolo; y era un hombre culto que me ambriagaba con sus dichos y los olores de sus cremas y líquidos -hasta le tocó una pequeña biblioteca que Vía Libre sorteaba entre sus suscriptores y que a mi padre nunca le llegó en suerte-.
Luego leí en una de las escasas novelas que me he consentido leer, Los Bufones de Dios, que el revolucionario mejor era logopeda y fisioterapeuta; y es que estos niños nuestros dicen que huelen mal; pero yo les aseguro que saben a gloria y que por ellos Jesucristo se hizo en la novela logopeda y fisioterapeuta (1. Sonia Fi si me lee sonreirá, que ella es del género femenino aunque de seso no débil.2. Tendré que repasar los Evangelios porque no recuerdo ahora ningún milagro del mudo que hablase).
tengo tu nombre como tengo tantas cosas que no tengo ni en tiempo futuro tendré
tener tu nombre es tener un silencio callado, un silente callando, un cerrar presuroso el corazón antes de entreabrir tímidamente los labios,
y es que tu nombre es tierra y yerba, viento y humedad, calor y absceso.
PALABRA DE SILENCIO.