No encontré rosas rojas /
para tí ni /
hallé las rosas rojas /
para tí ni /
ví rosas rojas /
para tí. Pero /
yo te ví como /
la rosa roja /
que a mi jardín/
hace feliz...
Y yo no quisiera conocer más idioma que tu lengua ni más diccionario que tus labios ni más teclado que tu mirada.
Ante tí soy disfemia y dislalia.
Y yo no quisiera conocer más palabras que tu saliva ni más pinturas que tu carmín ni más lápiz que tus pestañas.
Ante tí soy distinto y distante.
Ante tí soy diferente y deferente.
Y yo no quisiera conocer más idioma que tu lengua hablada o escrita o dibujada o pintada o fotografiada o videada.
Ni más diccionario que tus labios y los míos: bilabiales, oclusivos, sonoros.
Ni más teclado que tu mirada dictándome versos nuevos y estrofas nuevas y ritmos nuevos (te he visto bailar y bailas como bailarían las siempre dichosas diosas siempremente dichosas).
Y a pesar de tu tacto yo no creo en la metamorfosis de los colores ni en la transmutación de las almas ni en la transmigración de los pies; sólo creo en la resurrección de los cabellos y de los huesos, del esfuerzo y del fuego.
Sin embargo tú serías Pangea y yo todos los argonautas.
Ante tí -el tamaño es tamaña verdad y filosofía, estética y Poesía- no soy nada: ni bosquejo ni línea amanoalzada trazada (mis pies no asientan sobre el suelo sino sobre una maravillosa tectónica de placas).
Pero tú todo lo llenas, todo lo ocupas, todo lo ocultas y ritualizas: fonemas, sílabas, versos, tropiezos, silencios, flores, colores, temblores, preguntas, costumbres, silencios, espejos.
Pero no te FIes de mí; otra es mi buena palabra proporción, mi liturgia de vida y sueño.
Y es que todos los días me penetra una aguja de 3 mm. que rompe la Poética de mi Historia y de la Historia que conformo con los Míos desde In principio: al desazucararme veo mi sangre que es roja bermellona o burdeos; pero no la chupo como cuando de niño nos chupábamos la sangre de los rasguños ni la comparto con nadie para hermanarme (el Sida ha sido para la poética de la sangre como la catastrófica llegada del Apolo XI a la Luna). Tal sangre, vertida no por patria ni por dios ni por rey, denuncia la sangre como símbolo inútil, escaso, inadecuado, asqueroso; por tanto viejo y poético instrumento simbólico de perpetuación; y denuncia su derrame sólo como estupidez insensata pese a su falsa Poética -oigo horrorizado el grito doloroso de los muertos y heridos de todas las grescas y su desagradable y repugnante olor - .
para tí ni /
hallé las rosas rojas /
para tí ni /
ví rosas rojas /
para tí. Pero /
yo te ví como /
la rosa roja /
que a mi jardín/
hace feliz...
Y yo no quisiera conocer más idioma que tu lengua ni más diccionario que tus labios ni más teclado que tu mirada.
Ante tí soy disfemia y dislalia.
Y yo no quisiera conocer más palabras que tu saliva ni más pinturas que tu carmín ni más lápiz que tus pestañas.
Ante tí soy distinto y distante.
Ante tí soy diferente y deferente.
Y yo no quisiera conocer más idioma que tu lengua hablada o escrita o dibujada o pintada o fotografiada o videada.
Ni más diccionario que tus labios y los míos: bilabiales, oclusivos, sonoros.
Ni más teclado que tu mirada dictándome versos nuevos y estrofas nuevas y ritmos nuevos (te he visto bailar y bailas como bailarían las siempre dichosas diosas siempremente dichosas).
Y a pesar de tu tacto yo no creo en la metamorfosis de los colores ni en la transmutación de las almas ni en la transmigración de los pies; sólo creo en la resurrección de los cabellos y de los huesos, del esfuerzo y del fuego.
Sin embargo tú serías Pangea y yo todos los argonautas.
Ante tí -el tamaño es tamaña verdad y filosofía, estética y Poesía- no soy nada: ni bosquejo ni línea amanoalzada trazada (mis pies no asientan sobre el suelo sino sobre una maravillosa tectónica de placas).
Pero tú todo lo llenas, todo lo ocupas, todo lo ocultas y ritualizas: fonemas, sílabas, versos, tropiezos, silencios, flores, colores, temblores, preguntas, costumbres, silencios, espejos.
Pero no te FIes de mí; otra es mi buena palabra proporción, mi liturgia de vida y sueño.
Y es que todos los días me penetra una aguja de 3 mm. que rompe la Poética de mi Historia y de la Historia que conformo con los Míos desde In principio: al desazucararme veo mi sangre que es roja bermellona o burdeos; pero no la chupo como cuando de niño nos chupábamos la sangre de los rasguños ni la comparto con nadie para hermanarme (el Sida ha sido para la poética de la sangre como la catastrófica llegada del Apolo XI a la Luna). Tal sangre, vertida no por patria ni por dios ni por rey, denuncia la sangre como símbolo inútil, escaso, inadecuado, asqueroso; por tanto viejo y poético instrumento simbólico de perpetuación; y denuncia su derrame sólo como estupidez insensata pese a su falsa Poética -oigo horrorizado el grito doloroso de los muertos y heridos de todas las grescas y su desagradable y repugnante olor - .
Al rey la vida y la hacienda se le ha dar pero el honor es patrimonio del alma y el alma sólo es de Dios.
Y ¿las rosas? ¿ a quién habría que dárselas?; tú eras todas las rosas rojas, rúbeas, enrojecidas, sonrojadas.
Por tanto era inútil aunque Poético el viaje en busca de rosas rojas para tí; tú eras todas las rosas rojas y carmín y carnedetí.
Pero qué te apuestas a que no sabes qué son las rosas rojas respecto de las rosas rosas; pues, como tú, un peldaño más de color para acceder al Cielo al que se accede, científicamente no demostrado, por los colores del
A r c o I r i
(en singular para que quepan todos los colores o porque tú eres el séptimo: el color puro....).
Canción Rosas de La Oreja de Van Goh
Letra De Rosas
En un día de estos en que suelo pensar
"hoy va a ser el día menos pensado",
nos hemos cruzado, has decidido mirar,
a los ojitos azules que ahora van a tu lado
Desde el momento en el que te conocí
resumiendo con prisas Tiempo de Silencio
te juro que a nadie le he vuelto a decir
que tenemos el récord del mundo en querernos.
Por eso esperaba con la carita empapada
a que llegaras con rosas, con mil rosas para mí,
porque ya sabes que me encantan esas cosas
que no importa si es muy tonto, soy así.
Y aún me parece mentira que se escape mi vida
imaginando que vuelves a pasarte por aquí,
donde los viernes cada tarde, como siempre,
la esperanza dice "quieta, hoy quizás sí..."
Escapando una noche de un bostezo de sol
me pediste que te diera un beso.
Con lo baratos que salen mi amor,
qué te cuesta callarme con uno de esos.
Pasaron seis meses y me dijiste adiós,
un placer coincidir en esta vida.
Allí me quedé, en una mano el corazón,
y en la otra excusas que ni tú entendías.
Por eso esperaba con la carita empapada
a que llegaras con rosas, con mil rosas para mí,
porque ya sabes que me encantan esas cosas
que no importa si es muy tonto, soy así.
Y aún me parece mentira que se escape mi vida
imaginando que vuelves a pasarte por aquí,
donde los viernes cada tarde, como siempre,
la esperanza dice "quieta, hoy quizás sí..."
Y es que empiezo a pensar
que el amor verdadero es tan sólo el primero.
Y es que empiezo a sospechar
que los demás son sólo para olvidar...
Por eso esperaba con la carita empapada
a que llegaras con rosas, con mil rosas para mí,
porque ya sabes que me encantan esas cosas
que no importa si es muy tonto, soy así.
Y aún me parece mentira que se escape mi vida
imaginando que vuelves a pasarte por aquí,
dondé los viernes cada tarde, como siempre,
la esperanza dice "quieta, hoy quizás sí..."
